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Nuestro cerebro mientras dormimos

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¿Qué piensa nuestro cerebro mientras dormimos?

El estudio realizado por la Universidad de Ginebra reveló los procesos cerebrales que ocurren mientras dormimos. Mediante la utilización de un descodificador de la actividad cerebral durante el sueño, se logró comprender cómo el cerebro consolida los recuerdos en este estado. Durante el tiempo destinado al descanso, el cerebro se encuentra ocupado realizando diversas funciones. Y se ha podido saber como descansa nuestro cerebro mientras dormimos. Como el sueño es esencial para la salud de las personas mayores, nuestra residencia de ancianos Ronda ofrece las mejores instalaciones y equipo humano.

Estudio sobre nuestro cerebro mientras dormimos

La Universidad de Ginebra combinó la resonancia magnética funcional con la electroencefalografía. Los resultados demuestran que durante este estado de sueño, el cerebro establece un diálogo interno que permite la consolidación de la memoria y la selección de los recuerdos más importantes. Además, se descubrió que asociar una recompensa con información específica estimula la memorización a largo plazo. Estos hallazgos abren nuevas puertas en la comprensión del sueño y su papel en la memoria y la gestión emocional.

Este diálogo interno también permite que el cerebro seleccione y clasifique los recuerdos más útiles y relevantes para ser retenidos a largo plazo, descartando aquellos que no son necesarios. Este proceso de selección es fundamental para optimizar la capacidad de memoria del cerebro y garantizar que solo se retengan los recuerdos más importantes.

Además, los investigadores descubrieron que asociar una recompensa con una información específica desencadena una respuesta en el cerebro que estimula la memorización a largo plazo. Esto significa que el cerebro tiene una mayor probabilidad de retener la información cuando existe una motivación o incentivo asociado. Estos hallazgos son especialmente relevantes para la educación y el aprendizaje, ya que sugieren que el uso de recompensas puede ser una estrategia efectiva para mejorar la retención de información.

Por otro lado, el estudio reveló que el sueño profundo es un momento clave para la gestión emocional y la regulación de las emociones. Durante el sueño, el cerebro reactiva el rastro de memoria construido durante el día y ayuda a regular y procesar las emociones asociadas a esos recuerdos. Esto sugiere que el sueño profundo desempeña un papel importante en el manejo del estrés y la ansiedad, ya que permite al cerebro procesar y asimilar las experiencias emocionales del día.

¿En qué consiste el estudio?

Los científicos utilizaron técnicas de resonancia magnética, electroencefalografía y inteligencia artificial para llevar a cabo este estudio sobre nuestro cerebro mientras dormimos. Para ello, realizaron un experimento en el que los voluntarios jugaron a dos videojuegos diferentes: «¿Adivina quién?» y un laberinto 3D. Estos juegos activan regiones cerebrales distintas, lo cual es fácilmente reconocible en las imágenes de resonancia magnética. La mitad de los voluntarios ganaron el primer juego y la otra mitad ganó el segundo, lo que permitió al cerebro asociar la emoción positiva de haber ganado con el juego correspondiente.

Posteriormente, los voluntarios durmieron durante dos horas dentro de la resonancia magnética, que es la duración de un ciclo de sueño. Durante este período, se registró su actividad cerebral. Sorprendentemente, incluso durante el sueño, el cerebro mostró preferencia por las recompensas. Al comparar las imágenes de resonancia magnética del sueño y la vigilia, los científicos llegaron a la conclusión de que durante el sueño profundo, los patrones de activación cerebral eran muy similares a los de la fase de juegos. Esto indica que, durante el sueño, el cerebro recuerda y procesa los juegos en los que se ha ganado.

Dos días después, los voluntarios realizaron una prueba de memoria en la que tenían que reconocer las caras de los juegos y encontrar el punto de inicio del laberinto. Durante esta prueba, se activaron nuevamente las regiones cerebrales relacionadas con los juegos que habían sido activadas durante el sueño, lo que resultó en un mejor rendimiento de memoria. Estos hallazgos abren nuevas perspectivas para el estudio de los cerebros durante el sueño.