Gripe en la Tercera Edad

La gripe y su impacto en la tercera edad

La gripe es una enfermedad infecciosa causada por el virus de la gripe. Aunque afecta a personas de todas las edades, los adultos mayores, en especial aquellos mayores de 65 años, son más susceptibles a desarrollar complicaciones graves a causa de esta enfermedad. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) estiman que entre el 70% y el 85% de las muertes relacionadas con la gripe ocurren en personas de 65 años o más. Por tanto, es de vital importancia entender cómo la gripe impacta en la tercera edad y cómo podemos proteger a nuestros seres queridos.

La gripe es una enfermedad que afecta principalmente al sistema respiratorio, causando síntomas como fiebre alta, tos, dolor de garganta, congestión nasal, fatiga y dolores musculares. Aunque estos síntomas pueden ser similares a los de un resfriado común, la gripe tiende a ser más grave y puede llevar a complicaciones potencialmente mortales, como neumonía, exacerbación de enfermedades crónicas y fallo respiratorio. Además, los adultos mayores tienen un sistema inmunológico más débil y son más propensos a sufrir infecciones bacterianas secundarias, lo que complica aún más su estado de salud.

La principal vía de transmisión de la gripe es a través de gotas respiratorias que se producen cuando una persona infectada tose, estornuda o habla. Estas gotas pueden ingresar al organismo a través de la boca, la nariz o los ojos, y las personas mayores tienen un mayor riesgo de exposición en entornos cerrados, como residencias de ancianos, donde viven en estrecho contacto con otros residentes y el personal. Por tanto, es fundamental tomar medidas preventivas para minimizar la propagación de la gripe en estos entornos.

Programas de vacunación contra la gripe en los mayores

La vacunación anual contra la gripe es la medida más efectiva para prevenir la enfermedad y sus complicaciones. La vacuna de la gripe se actualiza cada año para proteger contra las cepas de virus circulantes más comunes. Aunque la efectividad de la vacuna puede variar según la cepa, la edad y el estado de salud de cada individuo, se ha demostrado que reduce significativamente el riesgo de hospitalización y muerte en los adultos mayores. Además, la vacunación también puede reducir la gravedad de los síntomas en aquellos que aún contraen la gripe.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la vacuna no ofrece una protección inmediata, por lo que se recomienda recibir la vacuna antes del inicio de la temporada de gripe. Además de la vacunación, existen otras medidas preventivas que se pueden tomar para reducir el riesgo de contraer la gripe, como lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto cercano con personas enfermas, cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar con un pañuelo desechable y mantener una buena higiene general.

En las residencias de ancianos, se deben implementar protocolos de prevención adicionales para reducir la propagación de la gripe. Esto incluye la educación del personal y los residentes sobre la importancia de la vacuna y la higiene adecuada, la promoción del lavado de manos regular y el uso de desinfectantes, la limitación de las visitas durante los brotes de gripe y la implementación de medidas de aislamiento cuando sea necesario.

Prevención en Residencias de la Gripe en la Tercera Edad

Los hábitos saludables son la primera barrera de prevención. Realizar el ejercicio físico recomendado. Y evitar el tabaco y la vida sedentaria. Comer bien y de forma equilibrada. Es decir, aportando todos los nutrientes adecuados. Además de ayudar a prevenir otras enfermedades, sirven para alejar a la gripe. No obstante hay otras acciones que complementan la vida sana:

1. Higiene. Taparse la boca al toser o al estornudar. Con un pañuelo desechable en la mano o, preferiblemente, con el codo. Además de lavarse con frecuencia las manos. Y evitar la reutilización de pañuelos.
2. Vacuna. Se recomienda la vacunación de las personas que pertenecen a los grupos de riesgo. O trabajan relacionándose con estos grupos de riesgo. Para evitar contagios, que pongan en peligro su salud.
3. Ventilar. Las habitaciones deben ventilarse bien. Y a diario. Para que el aire se renueve.
4. Compartir. Hay que evitar compartir cubiertos, herramientas y otros utensilios. Así como tener cuidado con los pomos de las puertas y las barandillas.
5. Humedad y Frío. Se recomienda evitar la humedad y el frío. Centro Residencial Monseñor Parra Grossi está localizada en un paraje con un clima excepcional. Muy bueno para la salud. Templado y seco en otoño. Ideal para evitar la gripe.

En Centro Residencial Monseñor Parra Grossi dispone de un equipo profesional que cuida por su salud. El personal médico está preparado para abordar la gripe en una instalación residencial. Con todos los retos que conlleva. Mantener una buena convivencia entre los residentes es una prioridad. Y verá como los cuidados son inmejorables. Si desea más información consulte precios residencias ancianos para más información. La mejor opción de las residencias en Malaga.

Aliviar los Síntomas

Si después de todo enferma, recuerde visitar a su médico de cabecera. Le recomendará el mejor tratamiento. En nuestra residencia ancianos Malaga tiene disponible visitas médicas por lo que no tendrá que desplazarse para recibir atención médica primaria. Para sanar lo más rápido posible recuerde:

1. Guardar reposo.
2. Beber líquido.
3. No fume.
4. No beba alcohol. Podría tener un efecto adverso con la medicación.
5. Utilice la medicación que el médico le recete.

La campaña de vacunación de la gripe 2019-2020 comienza el 28 de octubre. Y es recomendado vacunarse si reside en una de las residencias tercera edad Malaga.

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