Aprendizaje y tercera edad
La motivación para el aprendizaje disminuye en la tercera edad
A lo largo de la vida se va perdiendo la motivación para el aprendizaje. Además, se descubrió que un circuito cerebral puede ser estimulado mediante la administración de una sustancia química llamada D-cicloserina. Esta sustancia actúa sobre los receptores de glutamato en el cerebro, mejorando la comunicación entre las células nerviosas y, por lo tanto, aumentando la motivación para el aprendizaje en la tercera edad.
Estos hallazgos son muy relevantes, ya que sugieren que es posible mantener la motivación para aprender en la tercera edad a través de la estimulación de este circuito cerebral. Esto abriría la puerta a posibles tratamientos y terapias para contrarrestar el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento.
En resumen, se ha descubierto un circuito cerebral crítico para mantener la motivación para aprender en la tercera edad. Este circuito puede ser estimulado con la administración de D-cicloserina, lo que podría tener implicaciones en el desarrollo de tratamientos y terapias para contrarrestar el deterioro cognitivo en personas mayores. Mantener el interés por aprender es fundamental para seguir desarrollando
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Envejecimiento, aprendizaje y tercera edad
A medida que envejecemos, disminuye nuestra disposición a levantarnos y actuar, lo cual es fundamental tanto para nuestro aprendizaje como para nuestro bienestar social. Es difícil aprender si no hay al menos un compromiso mínimo.
En investigaciones recientes, se examinó lo que ocurría en los estriosomas mientras los ratones aprendían a tomar decisiones. Para ello, se midió y estudió la actividad de los estriosomas a medida que los ratones elegían entre resultados positivos y negativos. Los ratones fueron expuestos a dos tonos distintos.
Uno de los tonos iba acompañado de una recompensa (agua azucarada), mientras que el otro estaba asociado a un estímulo desagradable (luz brillante). Los ratones aprendieron que si lamían más un caño con el primer tono, obtendrían más agua azucarada. Por otro lado, si lamían menos durante el segundo tono, la luz no sería tan brillante. Aprender este tipo de tareas implica asignar un valor tanto a los costos como a las recompensas. Los estudios demostraron que a medida que los ratones aprendían las tareas, los estriosomas mostraban una mayor actividad.
Esta actividad está relacionada con las respuestas de comportamiento de los ratones en ambos tonos. Esto sugiere que los estriosomas podrían ser clave para asignar un valor subjetivo a un resultado particular.
Resultados de la investigación
Los investigadores encontraron qué en los ratones con mayor edad, que su participación en el aprendizaje disminuyó. Igualmente ocurrió con su actividad estriosomica respecto a los ratones más jóvenes.
Cuando los científicos probaron un medicamento diseñado genéticamente para incrementar la actividad de los estriosomas, se observó que los ratones se involucraban más en las tareas. Por el contrario, al disminuir la actividad de los estriosomas se produjo un distanciamiento.
Los investigadores se centran en encontrar posibles tratamientos con medicamentos que puedan estimular este circuito. También sugieren entrenar a los pacientes para mejorar la actividad de este circuito.
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